Las oportunidades de inversión inmobiliaria representan uno de los tipos de activos más grandes y rentables del mundo. De acuerdo con el MSCI el tamaño del mercado de inversiones inmobiliarias administrado por inversionistas institucionales es de aproximadamente 7.6 trillones de dólares, lo cual no es de sorprenderse cuando al comparar el rendimiento histórico de mercados accionarios, de bonos e inmobiliarios, el tipo de activo con el mejor retorno histórico es el inmobiliario, de acuerdo con un estudio de McKinsey & Company. Esto se vuelve sumamente atractivo en países como México donde existe un déficit de viviendas a nivel nacional calculado entre 4 y 6 millones de viviendas y donde las fuentes de financiamiento para desarrollos inmobiliarios continúan creciendo.
Tradicionalmente los desarrollos inmobiliarios obtienen el fondeo a través de bancos, grandes fondos de inversión y familias e individuos con cierto grado de riqueza, todos ellos al ser inversionistas profesionales cuentan con estándares de análisis estrictos para este tipo de inversiones.
Gracias a la innovación y avances tecnológicos recientes las opciones de financiamiento se han ampliado, abriendo la oportunidad de invertir a más personas a partir de montos muy accesibles a través de plataformas colaborativas. Por lo tanto, se vuelve relevante que las personas que estén interesadas en invertir en bienes raíces a través de estas nuevas propuestas estén informadas sobre cómo evaluar de forma sencilla si una inversión de este tipo es buena.